Es
difícil definir los límites geográficos de los pueblos eslavos por varias
razones: es el grupo cultural y lingüístico más numeroso de Europa, pero está
dividido en muchos subgrupos; se concentran sobre todo en Europa, pero también
se extienden hasta la Siberia asiática y, por lo tanto, Europa no es el único
escenario donde podemos encontrarlos; por último, sus constantes migraciones
nos han obligado a redefinir su situación geográfica a lo largo de la historia.
Presentación y delimitación
Actualmente
podríamos dividir los pueblos eslavos en tres grandes grupos: los eslavos
occidentales, los orientales y los meridionales. Los occidentales, asentados en
la zona rodeada por los ríos Danubio, Vístula, Elba, el mar Báltico y la
frontera de Lituania, incluyen a los sorbios,
liutiches, pomeranios, checos, moravos, casubios eslovacos,
mazovianos, vistulianos, polacos
y silesios. Algunos de sus reinos
–desde el S.VII– más importantes han sido la Gran Moravia o los países de la
Corona Checha.
El
grupo oriental, que se expande por las vastas llanuras de las actuales Ucrania
y Rusia, por su parte, está constituido
por los radimiches, viatiches, severianos, drevlianos, dregoviches, volinios y los polianos. Formaron, con sus
uniones, los pueblos ruso, ucraniano y bielorruso. Por último, los meridionales
son los que encontramos en la zona de los Balcanes: eslovenos,
búlgaros,
macedonios,
croatas,
serbios,
y los eslavos de Albania,
y son los que conformaron los actuales estados de Bulgaria, Eslovenia, Serbia,
Bosnia, Montenegro y Croacia. En el mapa se pueden observar mejor las fronteras
que dividen a estos tres subgrupos:
Verde claro: eslavos occidentales Verde oscuro: eslavos orientales Negro: eslavos meridionales |
Origen histórico
Es
importante señalar que entre los S.V y VI dC se produce un punto de inflexión a
tener en cuenta en la historia de los pueblos eslavos: a causa de la caída del
Imperio Romano y de la llegada de los hunos, varios pueblos de Europa del Este
–entre los que encontramos a los germanos, algunos grupos iranios y los
eslavos– tuvieron que movilizarse e instalarse en otras zonas. Los eslavos se
desplazaron por todo el continente europeo –véase mapa–, y se mezclaron con
otros grupos para dar lugar a la formación de estados modernos.
No
obstante, la historia de los pueblos eslavos se remonta a antes de Cristo, pero
empiezan a emerger con más fuerza a partir del S.I dC. Ocupaban la zona del
norte de los Cárpatos, en Europa Oriental. Las primeras referencias a su
génesis las encontramos en Plinio el Viejo, Ptolomeo y Tácito, entre el I aC y
el IdC. Antes de la era cristiana existía
una rama que actualmente se denomina balto-eslavo-germánica. Más tarde, los
baltos y los eslavos se separaron de sus hermanos germánicos, y los eslavos se
desplazaron hacia el Sureste.
Hacia
el año 150 empezaron a invadir nuevas tierras, pero se encontraron con
numerosos problemas: hacia el sur, su paso se vio afectado por el Imperio
Romano; en el Oeste se toparon con los germanos y los celtas; por el Noreste
consiguieron entrar en la actual Rusia, y en el Este se mezclaron con los
escitas, los sármatas, los alanos y los godos. Más adelante, entre los S.V y
VI, se produciría la gran migración eslava que ya hemos comentado.