jueves, 7 de abril de 2016

BULGARIA



·         Importancia del país en relación a los pueblos eslavos
Bulgaria se incluye en el grupo de los eslavos meridionales, junto con Macedonia, Croacia, Serbia, Bosnia, Eslovenia y Montenegro –es decir, los países de la antigua Yugoslavia que residen en la zona de los Balcanes–. Todos estos países –excepto Bulgaria– formaban parte de la antigua república de Yugoslavia, y, aunque el país elegido no esté dentro de este grupo, es necesario mencionar –brevemente– los terribles hechos que sucedieron a finales del S.XX. El inicio de las tensiones entre los países tiene diversas causas o detonantes: la abolición de la autonomía de Kosovo; la muerte del mariscal Tito en la década de 1980; las crisis políticas, económicas y culturales; diferencias religiosas y étnicas –en la guerra de Bosnia–, i nacionalismos violentos –entre serbios y croatas, fundamentalmente–.
No pretendo ser reduccionista –obviamente estas son sólo algunas de las causas de las guerras yugoslavas–, pero Bulgaria, a pesar de pertenecer a la zona balcánica, no formaba parte de este grupo, y, por lo tanto, creo que no es necesario incidir más en el tema. Hay que tener en cuenta, no obstante, que las guerras debilitaron mucho a los países de la zona, y que las tensiones –políticas, económicas y/o raciales– siguen existiendo hoy en día.
La zona balcánica –donde residen los eslavos meridionales, esto es, donde situamos a Bulgaria– siempre se ha caracterizado por una gran inestabilidad, especialmente desde principios del S.XX, y esto ha provocado que su desarrollo no haya podido alcanzar el nivel de otras zonas como la Europa del Norte o la Eurozona. Una prueba de ello la tenemos, precisamente, en las guerras yugoslavas, pero también en las guerras de los Balcanes de 1912-1913. Esta se produjo, fundamentalmente, para expulsar a los otomanos del territorio, pero se saldó, finalmente, con grandes pérdidas territoriales para Bulgaria. Bulgaria ha participado en otros grandes conflictos a lo largo de la historia, pero creo que los hechos explicados son suficientemente representativos para explicar la inestabilidad de la zona.

Vayamos a cuestiones culturales. Bulgaria está situadas al este de la zona balcánica, y, por lo tanto, sus habitantes hablan lenguas eslavas meridionales orientales –frente a las eslavas-occidentales de Croacia y Eslovenia–­ y usan el alfabeto cirílico. Este grupo de eslavos del “sureste” –Bulgaria, Macedonia, Serbia, Montenegro y Bosnia– practican, fundamentalmente, el cristianismo ortodoxo, a causa de la influencia que tuvo el Imperio Bizantino en Europa oriental. Por su parte, los eslavos meridionales del oeste pertenecen al círculo cultural católico y usan el alfabeto latino.
A nivel político, al igual que otros eslavos meridionales-orientales o directamente orientales –con Rusia como centro– formó parte del Bloque del Este tras la Segunda Guerra Mundial, con una economía socialista, pero posteriormente iniciaría su transición a la democracia parlamentaria. Cabe destacar, pues, que Bulgaria se encuentra en uno de los mejores momentos de su historia –siguiendo el modelo de los países más desarrollados de la UE–, junto con, quizás, la etapa del Primer Imperio Búlgaro durante la Edad Media (681-1018), en la cual llegó a dominar gran parte de los Balcanes y se convirtió en un centro de influencia cultural para los eslavos de la zona –antes de caer bajo el dominio de los otomanos–.

      Historia política i organización territorial
Bulgaria –oficialmente República de Bulgaria– es un país situado al sureste de Europa y limita al norte con Rumania, al oeste con Serbia y la República de Macedonia, y con Turquía y Grecia al sur. Desde 1999 está dividida en 28 provincias que corresponden, aproximadamente, a los 28 okrugs que existían antes de 1987. Los okrugs eran divisiones administrativas que podrían traducirse por “distritos” o “regiones” –similares a los Bezirk alemanes–. Entre 1987 y 1999 Bulgaria estaba dividida en 9 grandes oblasts –divisiones anteriores a la categoría de Estado, similares a las provincias. Todas las provincias llevan el nombre de su capital, y, además, están divididas en 264 municipalidades. Estas son las provincias actuales:

Ahora voy a repasar los hechos políticos más importantes que ha vivido Bulgaria desde la prehistoria hasta hoy en día –obviamente no podré comentarlos todos, pero espero escoger los más representativos–. Empecemos por el principio. El territorio donde actualmente se sitúa Bulgaria formaba parte del Imperio Romano de Oriente. A partir del S.VI, los eslavos, más avanzados culturalmente, se mezclaron con tribus protobúlgaras, y el territorio se fue transformando en una estructura política estatal impulsada sobre todo por Boris I (852-889); no obstante, no fue hasta el reinado de Simeón I (893-927) cuando el Primer Imperio Búlgaro alcanzó su máximo esplendor. Después de Simeón se inició un período de decadencia, que culminó el 1018, cuando Bulgaria pasó a ser una provincia bizantina. 
Bulgaria recuperó su independencia gracias a las revoluciones de 1185, y con Iván II Asen 1218-41 el país –ya Segundo Imperio Búlgaro se convirtió en un gran foco de influencia política y cultural. A pesar de esto, en 1340 empezaron las incursiones turcas; el país se anexionó al Imperio Otomano hasta el 1878 y, a pesar de que muchos habitantes conservaron su lengua y sus costumbres, el dominio turco era casi completo. El despertar del sentimiento nacionalista llegó, aproximadamente, en el S.XVII; el 1876 se produjo una primera revolución búlgara duramente sofocada por las fuerzas turcas, y el 1877 Rusia –con el apoyo de voluntarios búlgaros– declaró la guerra a Turquía. El 1878 finalizó oficialmente el dominio otomano sobre Bulgaria, pero las potencias occidentales dividieron la Bulgaria danubiana, al norte, y una provincia otomana, la Rumelia Oriental, en el sur.
Más adelante se creó la Liga Balcánica –el 1912– entre Grecia, Serbia y Bulgaria para eliminar definitivamente la influencia turca en la zona de los Balcanes. Se produjeron las Guerras Balcánicas, y Bulgaria tuvo que ceder numerosos territorios como consecuencia del conflicto. Durante la Primera Guerra Mundial Bulgaria apoyó a las potencias centrales, pero también tuvo grandes pérdidas; la población estaba muy descontenta con la participación en la guerra; el ejército intentó proclamar la República; el país tuvo que pagar reparaciones elevadas, reducir el ejército y ceder unos cuantos territorios, y, además, se produjeron tensiones internas –por los acercamientos de Bulgaria a Yugoslavia– etc.
El 1939 llegó la Segunda Guerra Mundial. Bulgaria se sumó al Antikomintern, y declaró la guerra a Gran Bretaña y EUA. Por su parte, la URSS declaró la guerra a Bulgaria, y, con la entrada de tropas soviéticas al país, empezó el llamado período comunista, durante el cual Bulgaria siguió el modelo soviético. Giorgi Dimitrov, jefe del Partido Comunista y presidente del nuevo gobierno, aceleró los cambios que harían de Bulgaria un sistema socialista. El 1962, Todor Zivkov llegó a la dirección del gobierno búlgaro, y esta identificación de Bulgaria con la URSS se hizo casi completa. En esta época Bulgaria también ingresó al Pacto de Varsovia y a la ONU –y al COMECON, unos años antes–. El 1991, finalmente, se inició la transición a un sistema parlamentario y unitario.
No obstante, la transición no fue fácil; políticamente, el nuevo sistema era muy inestable y los niveles de corrupción se dispararon; por otra parte, el abandono del antiguo sistema socialista trajo consigo graves problemas económicos. En esta época también se produjo la disolución de Yugoslavia, y el gobierno búlgaro apoyó a las potencias occidentales. Poco después Bulgaria entró en la OTAN –en 2004– y en la UE –en 2007–. Como consecuencia de la entrada en la UE, el FMI y la Comisión empezaron a exigir grandes cambios y sacrificios a Bulgaria para llegar al nivel de desarrollo de los demás países. A partir de entonces, los diferentes gobiernos han intentado cumplir con las medidas exigidas, pero aún les queda mucho camino por recorrer.

·         Relación con la UE
Bulgaria se incorporó a la Unión Europea, junto con Rumania, en 2007, pero la UE decidió aplicar un Mecanismo de Control y Verificación sobre el país porque consideraba que tenía importantes carencias en diferentes ámbitos –sobre todo en justicia e interior–. La Comisión, pues, se encargaría de controlar si estos aspectos mejoraban con el tiempo. Bulgaria ingresaría en la UE, pero estaría vigilada de cerca por los altos directivos de la Comisión.
El 27 de junio del 2007, y pese a las medidas adoptadas previamente por Bulgaria para adaptarse a los dictámenes de la UE, la Comisión publicó un informe crítico sobre la corrupción del país y la existencia de grupos de crimen organizado. En julio de 2008 se publicó un nuevo informe de la Comisión, en el que se valoraban negativamente los esfuerzos de las autoridades búlgaras para mejorar ciertos aspectos del país –fundamentalmente, como ya he mencionado, en los ámbitos de justicia e interior–. En esta ocasión, incluso se canceló la entrega de fondos a Bulgaria, y la Comisión empezó a seguir muy de cerca su evolución –mediante el Mecanismo de Control y Verificación–.
Así pues, vemos que la Comisión siempre ha sido muy crítica con Bulgaria y, en consecuencia, los diferentes gobiernos del país han ido aplicando, sucesivamente, diferentes medidas para corregir sus deficiencias políticas, jurídicas, económicas y de cualquier otra índole. Algunas de estas medidas han sido: cambios en la legislación para erradicar la corrupción; elaboración de estrategias para luchar contra el crimen organizado; revisiones del Código Penal y del Código Procesal Penal; nuevas leyes para el Ministerio del Interior, la Agencia Estatal de Seguridad Nacional, el Poder Judicial y la expropiación de propiedades adquiridas por medios fraudulentos.
Diferentes sectores de la sociedad política de Bulgaria –Gobierno y oposición–, así como de la sociedad civil, opinan que el Mecanismo de Control y Verificación debería suprimirse, pero desde otros ámbitos –parte de la opinión pública, y, sobre todo, directivos de la UE y Estados Miembros de la UE– se sigue considerando necesario para que el país siga mejorando en Justicia e Interior. Actualmente, pues, se sigue aplicando el citado Mecanismo, a la espera de que las autoridades búlgaras alcancen un nivel de desarrollo óptimo en los aspectos mencionados. Además, los informes de la Comisión están siendo utilizados por Estados Miembros de la UE, en especial Países Bajos, para valorar el acceso de Bulgaria a Schengen.
Vayamos ahora a aspectos más económicos. Bulgaria, durante el período 2007-2013, se benefició de unos 9.362 millones de euros de fondos comunitarios, procedentes de los ámbitos de Desarrollo Rural y de Fondos Estructurales y de Cohesión. Además, se destinaron 179 millones de euros a proyectos relacionados con la cooperación transfronteriza. El siguiente período –del 2014 al 2020– será aún mejor, puesto que se producirá un aumento de 2.042 millones de euros, gracias a las aportaciones pactadas en el Marco Financiero Plurianual. Los fondos recibidos se destinaran a infraestructuras, recursos humanos, ciencia, educación y gestión, sector del agua, y regiones que registran crecimientos económicos.
En cuanto a cuestiones organizativas, Bulgaria tiene 17 diputados en el Parlamento Europeo, diferentes representantes del Gobierno búlgaro –según el tema a tratar– en los Consejos de la UE, a Kristalina Georgieva como comisaria de Bulgaria para la Comisión Europea, 14 representantes en el Comité Económico y Social Europeo, 12 representantes en el Comité de las Regiones, y Representación Permanente en las instituciones de la UE. Además, Bulgaria ocupará la Presidencia del Consejo de la UE en julio-diciembre del 2018.

·         Demografía (distribución de la población, dinámicas demográficas y migraciones)
La densidad de población de los pueblos eslavos, en general, es bastante baja, con una media de 15 habitantes/km2. En Europa, el único grupo con menos densidad de población son los países nórdicos, con 8 hab/km2, mientras que el Benelux o las Islas Británicas tienen unos 433 habs/km2 y 225 hab/km2, respectivamente. La densidad de población baja se debe, en gran parte, a la existencia de grandes zonas rurales y al hecho de que los pueblos eslavos ocupan territorios que tienen zonas prácticamente deshabitadas –como el norte ártico o Siberia–. La mayor parte de la población se concentra en grandes ciudades o en núcleos urbanos como Moscú, San Petersburgo o Sofía.

No obstante, Bulgaria no sigue el mismo patrón que muchos de los otros países eslavos. Su densidad de población es de, aproximadamente, 65 habitantes/km2 –y, por lo tanto, bastante superior a la media–. Se trata de un país moderno que realizó la transición a la democracia parlamentaria después del período comunista –durante el cual adoptó un sistema de economía socialista–, y, por lo tanto, su distribución de la población se asemeja a la de otros países industrializados. La distribución de la población es bastante homogénea –debido, en parte, a que más del 70% del territorio búlgaro es urbano y a que no existen grandes zonas despobladas–, pero la mayor parte de la población del país se concentra en la capital, Sofía, con 1126389 habitantes aproximadamente.
Pasemos a hablar de demografía. Podríamos decir que la población eslava se mantiene relativamente estable, pero en Bulgaria encontramos movimientos demográficos interesantes. Es el país eslavo que más población relativa está perdiendo; la población búlgara decrece a un ritmo del 0’8% anual. Esto se explica a causa de diferentes factores: la tasa de natalidad es muy baja –en torno al 9,5%, es decir, una tasa de fertilidad anual de 1,4 hijos por mujer–, la mortalidad y de mortalidad infantil –14% y 18%, respectivamente–  son bastante altas si las comparamos con otros países de la Eurozona o de Europa del Norte –los datos indican la existencia de un buen sistema sanitario si lo comparamos con la mayoría de regiones asiáticas o africanas, pero aún no alcanzan los niveles de los países más desarrollados–, y el saldo migratorio es negativo –del -3%–.
La caída de la Unión Soviética disparó las migraciones en muchos territorios con población eslava. Gracias a una mayor libertad de movimientos, muchos rusos se desplazaron hacia países de la Unión Europea y Estados Unidos. Por su parte, los antiguos países de la Unión Soviética se desplazaron a Rusia o Ucrania, en busca de una industria más desarrollada. Los búlgaros emigraron a sus países vecinos tras el fin del período comunista –a causa, en parte, de la crisis económica del país–. Antes no podían emigrar debido a que los movimientos de población estaban restringidos. Las migraciones, pues, se produjeron tras el fin de la etapa comunista, y se intensificaron con la entrada de Bulgaria a la UE en 2007, aunque la mayoría tuvieron un carácter temporal –principalmente para trabajos agrícolas, turísticos, de hostelería y de servicios–.

·         Principales sectores/regiones económicas
Empezaré por algunos datos que me parece importante señalar antes de entrar en los principales sectores económicos del país. Bulgaria, en 2015, tuvo un PIB de 44.162 millones de euros. Esto lo sitúa en el número 77 del ranking –de un total de 196–. El PIB per cápita, de 6.100 euros, lo posiciona relativamente cerca, en el puesto 79 del ranking. El Índice de Desarrollo Humano, por su parte, fue de 0,782 puntos en 2004, con lo que se sitúa en el puesto 59 de los 187 países que incluyeron las Naciones Unidas en el informe. La deuda pública fue bastante elevada en 2014: de 11.535 millones de euros. Con todos estos datos, pues –he tratado de escoger algunos de los más representativos– podemos ver que Bulgaria ocupa una posición media-baja en cuanto a indicadores económicos en relación con otros países de la Unión Europea.
Hagamos una pequeña introducción histórica. Antes del régimen comunista, en el campo búlgaro se practicaba una economía extensiva, con resultados bastante pobres. A partir de 1949 las inversiones soviéticos produjeron mejoras en el ámbito de la agricultura y del cooperativismo. Además –sobre todo a partir de 1970– se crearon grandes complejos agroindustriales. Bulgaria, pues, tenía una economía socialista, planificada, como muchos otros países que estaban bajo la órbita de la URSS. Tras el fin de la URSS –1990-1991– Bulgaria inició la transición a la economía de libre mercado, aunque aún le queda mucho camino por recorrer.
El principal pilar de la economía de Bulgaria es la industria, sobre todo de productos mineros. Antes de la Segunda Guerra Mundial la industria se basaba en la explotación de madera, minas de hulla y textil, pero ahora se centra, fundamentalmente, en caucho, aceites, material sintético y plásticos –además de, como ya he mencionado, de productos mineros–, gracias a los yacimientos de petróleo de Dolni Dabnik y Gigen.
En cuanto a los minerales, son muy importantes el plomo, el zinc y el cobre, que se encuentra en el subsuelo del Sredna Gora y el Ródope. Otras regiones importantes para este tipo de industria son Pernik –metalurgia-, Kermikovci –hierro–, Dimitrovgrad –superfosfatos, cemento–, o Reka Devnja –sosa, cloruros de cemento–. También hay que tener en cuenta la industria electromecánica, la conservera, la de frutas, la de papel, la de tejidos y, especialmente, la de cigarros, con importantes núcleos en Plovdiv, Sofía y Gabrovo.
El hecho de que la población esté decreciendo a un ritmo del 0’8% anual ha afectado a la industria, pero esto se ha substituido, relativamente, con un crecimiento del peso del turismo, sobre todo en los balnearios del Mar Negro, a la capital –Sofía– y a las montañas del Vitosa, el Rila y el Ródope.  En cuanto a la producción eléctrica, hay que destacar e equipamiento hidroeléctrico del Danubio, la central nuclear de Kozloduj y las presas de montaña que aprovechan el caudal del Arda. Otras actividades a tener en cuenta son el comercio con el exterior –sobre todo de hidrocarburos, hierro, carbón y materiales industriales, pero también de conservas, tejidos o productos agrícolas– y van destinados, fundamentalmente, a Polonia, República Checa y Eslovaquia.
Vayamos ahora al sector primario. En cuanto a la agricultura, destaca la producción de vid –tanto para el consumo como para la exportación–, así como la producción de tabaco, lana, algodón, cáñamo, madera y papel –esto último sobre todo en el Ródope, con grandes extensiones forestales–. Los cultivos frutales y hortícolas también están experimentando crecimientos notables, sobre todo para la producción de conservas, y, por último, hay que mencionar la región del Danubio –rica en cereales– y la Tracia –donde se cultiva arroz–. La ganadería es sobre todo vacuna y lanar, pero también porcina y bovina, y la actividad pesquera es muy importante en los puertos de Varna y Burgas –junto al Mar Negro–.

·         Tema libre: literatura
Podría tratar la cultura desde diferentes ámbitos –la composición de la población o diversidad cultural, la música, la tradición popular, el arte, el cine, los mitos y/creencias religiosos–, pero me centraré en el tema que más me interesa: la literatura. Obviamente no podré realizar una monografía completa sobre la tradición literaria búlgara, pero sí que me apetece señalar los aspectos fundamentales de estas dos disciplinas. Además, me parece muy interesante descubrir si la tradición literaria búlgara es similar a la de otras regiones de Europa más occidentalizadas o si, por el contrario, se asemeja más a la de Europa Oriental.
Podríamos considerar a Cirilio y Metodio como los fundadores de la literatura eslava en general. Fueron dos hermanos que, en la época del Imperio Bizantino –concretamente durante el S.IX– se convirtieron en misioneros del cristianismo, tradujeron varios textos religiosos y crearon un alfabeto propio. Cabe recordar, además, que Bulgaria, durante la Edad Media, era un importante centro de influencia cultural para la población eslava, y, por lo tanto, podríamos situar en esta etapa –entre el S.VII y el XI, aproximadamente– el inicio de su literatura, aunque ésta sólo consistía en traducciones de los Evangelios, textos sobre vidas de santos y otros escritos religiosos. Suprasliensis y El Evangelio de Java son, entre otros, los textos más antiguos que se conservan en alfabeto cirílico –el alfabeto usado por los eslavos meridionales orientales–.
Los siglos posteriores a la Edad Media fueron de decadencia para la literatura búlgara, en gran parte a causa de la caída del territorio a manos de los otomanos. Esta no se recuperaría hasta, aproximadamente, el S.XIX, con el despertar de la conciencia nacionalista. Una de las primeras obras que encontramos inmediatamente antes de este nuevo periodo –y que serviría para potenciar estos sentimientos nacionalistas– es la Historia de los eslavos búlgaros, escrito en eslavo eclesiástico mezclado con lenguaje popular, del monje Paisij.
En el S.XIX, pues, por primera vez, se luchó fervientemente contra el dominio político y cultural de los turcos a través de esta nueva literatura; se crearon escuelas búlgaras, se escribieron manuales pedagógicos en la lengua nacional y se creó un nuevo lenguaje literario –mezcla de dialectos orientales y lengua popular–. Una de las figuras que más destacaron en este periodo –antes de la liberación– fue el poeta revolucionario Hristo Botev (1848-1876), que murió durante un enfrentamiento con los turcos. Vemos, pues, que durante el S.XIX, los escritores se centraban más en cuestiones políticas y sociales –con un gran componente nacionalista–, y no sería hasta más adelante cuando empezarían a incluir temas de la vida cotidiana o cuestiones de estilo literario.
Después de la liberación –a partir de 1878– destacaron autores como Ivan Vazov –con su obra Bajo el yugo– o Stoyán Mijailovski –filósofo pesimista, desilusionado por la política– y Aleko Konstantinov –escritor satírico que retrataba a los campesinos en sus obras–. Esta etapa se caracteriza por un mayor interés en la forma y el lenguaje; los escritores se preocupaban más por el ritmo o por la sonoridad de las palabras que en épocas posteriores, cuando predominaban los temas políticos y sociales. Jordan Ivanov y Dimitar Ivánov son dos de los escritores más influyentes de este periodo, ambos con relatos cortos relacionados con el mundo campesino.
A partir del 1944 la literatura búlgara viró hacia el realismo socialista. Los hechos de la Segunda Guerra Mundial influyeron en esta nueva literatura, en la que se ensalzaba la figura del héroe y el protagonismo de las masas, con una gran carga ideológica –ejemplo de esto lo tenemos en escritores como S. Stanev o D. Dimov–. No obstante, y a pesar de este nuevo interés por lo social –como ya habíamos visto en la época nacionalista, aunque con rasgos  diferentes–, también empezaron a surgir nuevas voces –sobre todo a partir de la década de los 70– que reivindicaban la importancia del individuo, el conflicto del hombre con la sociedad y la libertad en todas sus formas. Algunos de los escritores más importantes de esta última etapa contemporánea son J. Radickov, K. Kalcev y E. Manov.

Bibliografía
·         Kosev, D. K (1964). Historia de Bulgaria. Sofia: Editorial de Libros en Lenguas Extranjeras.
·         Thompson, E. P. (1997). Beyond the frontier: the politics of a failed mission, Bulgaria 1944. Woodbridge, Suffolk: Merlin Press; Stanford, Calif.: Stanford University Press.
·         Wightman, G. (1995). Party formation in East--Central Europe: post-communist politics in Czechoslovakia, Hungary, Poland, and Bulgaria, Aldershot: Edward Elgar.





lunes, 4 de abril de 2016

POLONIA



Introducción:

En el desarrollo de esta monografía voy a explicar cuáles han sido y están siendo los principales puntos clave en el desarrollo de Polonia como estado, así como los hechos históricos más influyentes de la región a la hora de crearse y/o modificarse, ya que tiene una historia curiosa y distinta a la que estamos acostumbrados a ver en los países más cercanos a nosotros. También es importante hablar de, su situación interna actual y su acercamiento a la Europa del momento, así sus relaciones políticas con esta. Su economía es uno de los temas que tocaremos de manera más distante ya que, aunque importante, a nivel humanista es uno de los que más lejos nos quedan en nuestro ámbito de estudio.
He escogido Polonia dentro del marco de los países eslavos puesto que considero que ha sido y es un país con un gran peso en el conjunto de Europa ya sea de manera directa o indirecta. Además creo que en el imaginario occidental se encuentra en las antípodas de Europa y me gustaría ver como realmente nos influye y nos puede interesar que esa idea se acerque más a nuestra región.
En el último punto desarrollaré un análisis sobre el turismo en el país, medios de transporte, los principales atractivos turísticos, donde se encuentra y si han sido o no declarados patrimonio de la humanidad, y también que importancia ejerce todo este fenómeno de masas en la economía. Creo que es un elemento de estudio que se puede vincular a las humanidades en su relación directa con el arte y la historia y por eso me parece interesante desarrollar un pequeño resumen sobre lo más importante que este país puede ofrecernos.


Polonia en Europa:

Polonia forma parte del conjunto de países eslavos que hemos estado trabajando en el blog en grupo. Dentro de este tiene su importancia territorial y política por su enclave geográfico ya que se encuentra en el extremo occidental de este grupo junto con República Checa y Eslovaquia. Obviamente esta región se encuentra dentro del conjunto clasificatorio de países eslavos puesto que es una organización lingüística. Ello no quiere decir que comparta rasgos culturales, políticos o sociales con otros estados del mismo grupo. A nivel cultural siempre ha estado influenciado por sus vecinos occidentales como, por ejemplo, el Sacro Imperio Romano en la edad media. Por ello podemos considerarlo como puente central entre dos mundos que hasta hace bien poco fueron muy distintos, Europa occidental y Europa oriental. Aunque esta es una discusión geográfica que todavía no ha obtenido respuesta, ya que para algunos es el centro, para otros el este y para otros forma parte del oeste de Europa: “Geographic egoism explains all these usages: authors imagine their contry of interest in the middle, and define “the East” and “the West” accordingly”[1]. Como vemos todo depende desde donde se mire.
También es importante tener en cuenta el cambio constante que han sufrido las fronteras polacas al largo de su historia: “este estado polaco restituido abarca apenas el 35% de los territorios que tenía Polonia a finales de la época medieval (las fronteras de 1492), el 38% de la Polonia del siglo XVII (las fronteras de 1618)”[2]. Dentro de estas tan conflictivas fronteras ha habido un gran flujo de población que ha tenido que migrar ya que muchos de sus habitantes fueron perseguidos por razones étnico-religiosas tanto por los nazis como por los soviéticos en el último siglo.
Polonia ha sido un país muy importante en el conjunto de europa: “Being the largest state in Central Europe, it could become the rallyng point of peaceful cooperation and advancement of the region”[3]. Su importancia en el continente se puede ver en el hecho de que fue uno de los primeros países eslavos en formar parte de la unión europea, a la vez que Eslovenia y Eslovaquia, en 2004. Esto se debe a las muchas relaciones que tiene con gran parte de la zona occidental. La mayoría de sus exportaciones van destinadas a Alemania, su principal inversor, en un 26,2% y en menor medida a Francia, Reino Unido, República Checa y Italia.[4] Es necesario, por tanto, que siendo Polonia un país que tiene tantas relaciones económicas con otros países de la comunidad europea forme parte de esta. Así mismo de muchos de estos países también importa diferentes productos.
Actualmente el país sigue en crecimiento, que lleva ya aumentando desde hace más de 20 años, y prácticamente no se ha visto afectado por la crisis económica. Su PIB es uno de los que más crece: “El producto interior bruto (PIB) creció más del 40% entre el 2003 y 2014 mientras el de la UE no subió más del 12%”[5].


Economía y Política:

El país es actualmente una república parlamentaria pero eso no ha sido así durante toda su historia. Primero fue un reinado con unas fronteras algo diferentes a lo que son actualmente, después, fue absorbida por Rusia y Prusia hasta el fin de la primera guerra mundial donde se constituyó nuevamente el estado de Polonia. Esta democracia quedó bajo dominio Nazi a partir de 1939 y posteriormente bajo influencia de la URSS hasta 1989 con la caída de esta.
“Polonia es una República Parlamentaria con un Presidente elegido por sufragio universal directo cada 5 años y una Asamblea Nacional compuesta de cámara baja o Sejm, (460 diputados), y el Senado (100 senadores) elegidos cada cuatro años. La elección al Sejm es por el sistema proporcional en las 16 regiones, mientras que los senadores son elegidos por elección mayoritaria uninominal en 10 circunscripciones. Existe un umbral del 5% de los votos para los partidos políticos y del 8% para las coaliciones.”[6]
Para entender la economía de Polonia hoy en día debemos ver cuál ha sido el cambio, la tendencia que ha llevado durante los últimos años y, sobre todo, tener en cuenta el factor socialista de las últimas décadas. Entre los años 1990 y 1991, con la caída de la URSS, Polonia decidió abrir su economía, modernizarla y estructurarla como una economía de mercado, así “se convirtió en el primer país de la región que pudo superar la recesión suscitada por las transformaciones y sobrepasar los niveles del PIB registrados antes de las reformas poscomunistas”[7]. Uno de los grandes factores del crecimiento del país eslavo en los últimos tiempos ha sido su adhesión junto a otros países bajo antigua influencia soviética como la República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Estonia, Letonia y Lituania a la Unión Europea. Ello ha aportado mejoras en sus políticas de exportación e importación y un mayor atractivo para la inversión extranjera: “Polonia ha creado 14 zonas económicas especiales, con fiscalidad reducida, que estarán vigentes hasta el 2026 y que han jugado un papel clave en la reindustrialización del país, gracias a la llegada de firmas extranjeras”[8].

Población y demografía:

Polonia tiene hoy en día alrededor de cuarenta millones de habitantes, cantidad parecida a la de España pero con una densidad mayor. Así mismo, es uno de los países que más cantidad de población perdió durante la Segunda Guerra Mundial, no sólo por la alta mortalidad que implicó este conflicto sino también por el cambio de fronteras que sufrió: “the population dropped by 11 million as compared with 1939”[9] de todas formas la población fue creciendo “these loses were strongly compensated for by waves of baby booms and demographic peaks and troughs through the whole post-war pedrios”[10]. De todas formas, a día de hoy la natalidad se ha ido frenando y vemos que hay un crecimiento de la población menor, adoptando el mismo patron demografico característico de los paises más desarrollados: “Today Poland is in the middle of the fourth phase, characterized in the long term by a decline in the fertility rate and a slow decrease and ultimatly stable mortality”[11].
A la hora de entender la distribución de la población tenemos que entender dos aspectos principales: la creación de las nuevas fronteras y el movimiento de población interna que se produjo de las zonas rurales a las zonas urbanas:
“The regional distribution of population in Poland at the macro scale, measured by density of population, has been relatively stable. The general pattern of population density looks much the same as in the pre-war period (...) but the densities have increased substantially. During the past few years, however, certain trends have become more visible. This concerns a slowing down in urbanization in the already urbanized western part (...) relatively strong increase of urban population in eastern areas”[12].
Las ciudades más importantes del país son: la capital, Warsawa (Varsovia),  Kraków (Cracovia), Łódź, Poznań, Lublin, Gdansk, Szczecin. La importancia de las zonas urbanas se debe al proceso de industrialización del país que empezó hace muchos años pero que tuvo su punto clave durante su época socialista: “the process of socialist industration and accompanying urbanization hast changed polish society from a rural to an urban one, at least in numerical terms. (...) over the past 45 years, the proportion of people living in urban areas increased to 61,7% in 1992 as compared to 31.8% in 1946”[13]. Podemos ver en el anexo, imagen 1, las zonas más pobladas y menos del país.


Turismo en Polonia:

El turismo es un fenómeno económico muy importante a tener en cuenta ya hoy en día pero también en los próximos años. Se da sobre todo cuando hay una gran estabilidad económica y política tanto por parte de los países emisores como por parte de los países receptores ya que este da más seguridad al viajero y, por tanto, aumenta el número de personas que realizan viajes. Para realizar el estudio turístico de este país utilizaremos el último documento publicado por la oficina central de estadísticas de Polonia en 2015 sobre el turismo del año anterior, 2014.
Hemos de tener en cuenta que Polonia se encuentra dentro del espacio Schengen y eso hace que el movimiento dentro de todos los países que lo conforman sea muy fácil, no se ha creado por el turismo pero ayuda a la hora de realizar un viaje el tener la facilidad de no necesitar ningún tipo de visado para moverte por el territorio europeo: “Pursuant to the decision of the Council of the European Union, Poland was included in the Schengen area on 21 December 2007. Furthermore, the eastern border of Poland simultaneously became the external border of the European Union, where full inspection and traffic registration encompasses only citizens of non-European Union countries”[14].
Para empezar debemos saber cuanta gente visito el país: “In 2014 there were 73.7 million foreigners, including 16.0 million tourists and 57.8 million same-day visitors, who came to Poland. Nearly half of the arriving foreigners was in the age group of 35-54 years, with people aged 25-34 years constituting a large group (20%) also”[15]. Aunque no son número muy altos, debemos tener en cuenta que 73 millones de personas es más del doble de la población de Polonia. No debemos menospreciar el dato de que 57 millones no pasaron la noche en el país, seguramente fueron personas que vivían en un país fronterizo o turistas que cruzaron la frontera por algún motivo. Esto es importante porque toda esa gente, que no duerme en el país, no paga alojamiento y por tanto no aporta tantos beneficios a la economía como alguien que sí lo hace.
Todos estos turistas llegaron por diferentes medios de transporte: “Polonia cuenta con 13 aeropuertos internacionales situados en distintas regiones, donde operan más de 40 líneas aéreas”[16]. El principal de ellos es Varsovia, en el que llegan el 34,1% de los pasajeros que realizan sus viajes en avión, seguido del de Katowice con un 12,3% y del de Cracovia con un 11,8%. Estos datos los podemos ver en el gráfico 1 de los anexos. El aeropuerto de Katowice ejerce para muchos turistas como segundo aeropuerto de Cracovia.
Muchos deciden cruzar la frontera por medios de transporte terrestre. De fuera de la unión europea los que más cruzan la frontera son de Ucrania y de dentro de Alemania y República Checa.
En la imagen 2 del anexo, realizada por el SCO, podemos ver las nacionalidades de los turistas europeos que visitan Polonia. En su gran mayoría son alemanes. La cercanía es un punto clave para entender este movimiento de personas, al igual que podríamos verlo entre España y Francia. En todo el documento de estudio no hemos podido encontrar datos sobre los visitantes que vienen de fuera de Europa, excepto de Israel y los estados unidos, como se ve en la foto. Entendemos que no son tan importantes en número como para hacer un estudio detallado.
Algunos de los principales atractivos turísticos de país están reconocidos por la Unesco como patrimonio material de la Humanidad. Concretamente catorce tienen este reconocimiento, de los cuales trece son culturales y uno natural. Entre ellos encontramos los centros históricos de Varsovia y Cracovia, las minas de sal, el campo de concentración de Auschwitz, el castillo teutónico de Malbork o la ciudad medieval de Torun, entre otros. Por parte del centro nacional de estadística no hay una lista de los sitios más visitados en el país. Sí que hay algunas listas en foros y blogs turísticos pero por su falta de citación de dónde sacan sus datos prefiero no utilizarlos.
El hecho de tener un reconocimiento como patrimonio llama la atención de los turistas que están interesados en el ámbito cultural. Este flujo de personas genera una cantidad de ingresos pero también una cantidad de gastos, una inversión en el desarrollo turístico para el mantenimiento y la promoción del territorio. Según el último documento del World Travel & Tourism Council, el impacto tanto directo como indirecto del turismo en la economía polaca es de alrededor del 4% y aumenta a casi al 5% si contamos en inducido. (Anexo gráfico 2). Además este ha creado en 2015 alrededor de 280 mil puestos de trabajo[17], por tanto, podemos ver como el fenómeno turístico también forma parte, aunque no de una manera tan importante como en otros países, de la economía de Polonia.








Conclusiones:

Como hemos podido ver en el transcurso del trabajo, Polonia es una economía fuerte y estable que no se ha visto afectada de la misma manera por la crisis económica que sí afectó a sus países vecinos. Además sus perspectivas actuales son de crecimiento. Lo que no queda tan claro es como va a afrontar Polonia la actual crisis de refugiados que está afectando a Europa ya que, después de los atentados de París, su primer ministro anunció que Polonia no acogería a más refugiados. Declaraciones que fueron algo polémicas en su momento pero que parece que van bastante acordes con el carácter que está tomando la Unión Europea frente a este drama humano. Tristemente, en estos últimos 70 años, a Polonia, y a la Unión Europea, se le han olvidado las terribles consecuencias de la guerra.
Mirando los datos turísticos vemos a una Polonia con un nivel de turismo poco desarrollado actualmente pero con intenciones de crecimiento. Si no ocurre nada inesperado este crecimiento va a ocurrir ya que el número de pasajeros aumenta también y esto aplicado a unas políticas de promoción turística genera un mayor interés por parte de estos a conocer Polonia.








Bibliografía

-          Barciela, Fernando. “Polonia, fortaleza económica del este”. El País. Publicado 01/03/2015.
-          Leszek, Balcerowicz, “La transformación de Polonia”, Finanzas & Desarrollo, Volumen 37, nº 3, Fondo Monetario Internacional, Washington, 2000.
-          Maxwell, A. The east-west discurse: Symbolic Greography and It’s consequences. Peter Lang, Bern, 2011.
-          Spyropoulos, Evangelos. Two Nations on Wheels. Boulder, East European Monographs. New York, 2008.
-          Weclawowicz, Grzegorz. Contemporary Poland. UCL Press, London, 1996.
-          Zakrzweski J. Polonia: sus antecedentes históricos, su actuación en la guerra actual, su importancia en el futuro de Europa, México, 1943.

Publicaciones:
-          Aeropuertos de Polonia. En Wikipedia. Consultado 02 de abril de 2015.
-          “Economic impact 2015 Poland” World Travel&Tourism Council, Londres, 2015. Consultado 2 de abril de 2016.
-          “Foreign trade, January” – Publicado Diciembre 2011. Central Statistical Office. Consultado 1 de marzo de 2016.
-          “Polonia”. Publicado Febrero, 2016. Oficina de información diplomática, Ministerio de asuntos exteriores. Consultado 2 de abril de 2016.
-          “Tourism in 2014”. Warsaw, 2015. Central Statistical Office. Consultado 30 de marzo de 2016.



[1]Maxwell, A. The east-west discurse: Symbolic Greography and It’s consequences. Peter Lang, Bern, 2011.
[2]Zakrzweski J. Polonia: sus antecedentes históricos, su actuación en la guerra actual, su importancia en el futuro de Europa, México, 1943.
[3]Spyropoulos, Evangelos. Two Nations on Wheels. Boulder, East European Monographs. New York, 2008.
[4]Foreign trade. January – Publicado Diciember 2011. Central Statistical Office. Consultado 1 de marzo de 2016. URL: web.archive.org
[5]Barciela, Fernando. “Polonia, fortaleza económica del este”. El País. Publicado 01/03/2015.
[6]Oficina de información diplomática, Ministerio de asuntos exteriores. “Polonia”. Febrero, 2016.
[7]Leszek, Balcerowicz, “La transformación de Polonia”, Finanzas & Desarrollo, Volumen 37, nº 3, Fondo Monetario Internacional, Washington, 2000.
[8]Barciela, Fernando. “Polonia, fortaleza económica del este”. El País. Publicado 01/03/2015.
[9]Weclawowicz, Grzegorz. Contemporary Poland. UCL Press, London, 1996.
[10]Ibim
[11]Ibim.
[12]Ibim.
[13]Ibim.
[14]CSO Poland. “Tourism in 2014”. Warsaw, 2015.
[15]Ibim.
[16]Aeropuertos de Polonia. En Wikipedia. Consultado 02 de abril de 2016.
[17] Según estadísticas de World Travel&Tourism Council “economic impact 2015 Poland”.