Los países eslavos occidentales (Polonia, República Checa y Eslovaquia) son de mayoría católica. Estos no formaron parte del imperio romano por tanto su introducción al catolicismo fue posterior: “en el siglo nono era ya conocido y profesado en parte el cristianismo por los estados eslavos, cuyo origen común remontaba al de la Moravia Grande”1. En el territorio de Moravia Grande se encontraba parte de lo que actualmente conocemos como República Checa, Polonia y Eslovaquia. Las fronteras para estos tres países han sido muy cambiantes durante toda su historia a diferencia de otros países de Europa, por ello es muy difícil hablar de un territorio en concreto y estable durante tanto siglos. Así mismo Eslovaquia y la República Checa surgieron como país tal y como las conocemos hoy con la caída de la URSS en 1989 y la disolución de Checoslovaquia.
Cabe destacar que actualmente la república checa es uno de los países más laicos del mundo, aunque lo añadimos en este grupo ya que la mayoría de personas religiosas son católicas: “la comparación entre la sociedad católica postsoviética checa (la República Checa y Polonia, dos sociedades católicas, relativamente con niveles de modernización parecidos, postsoviéticas, eslavas, pero una es de las más secularizadas de Europa y la otra una de las más religiosas.”2 Por tanto, el estado checo es en sí mismo un estado laico. Así mismo también lo son los otros dos países del bloque aunque tienen un mayor número de población creyente, sobre todo Polonia. Como dato curioso, cabe destacar que el Papa Juan Pablo II fue y ha sido hasta ahora el único Papa eslavo.
Algunos de las festividades más importantes de estos países coinciden con el calendario cristiano como la navidad o la semana santa. En Polonia esta transcurre desde el viernes santo hasta el lunes de Pascua, al igual que se hace en Cataluña. Allí en vez de torrijas comen el dulce “mazurek”. Curiosamente el lunes en república Checa y Eslovaquia es algo diferente a lo que puede ser en Polonia, realizan acciones más paganas: “Las costumbres típicas de Eslovaquia (y también de los países vecinos como Hungría o la Republica Checa) eran que el lunes los hombres y los chicos se vestían elegantes o en trajes tradicionales y visitaban a las mujeres. Las mojaban con agua fría o las bañaban en el río, y las golpeaban con látigos, mientras cantaban o recitaban poemas. Los látigos los preparaban generalmente los chicos mismos con varas de mimbre y los decoraban con cintas de colores. El objetivo de oblievaèka (echar agua) y šibaèka (golpear con látigos) era que las chicas estuvieran bonitas y sanas todo el año. En cambio ellas regalaban a los chicos con huevos decorados (kraslice), también preparados por ellas mismas y los invitaban a comer y beber.”3
Los tres países, aunque plurales y diversos entre ellos forman el grupo de países católicos eslavos, los eslavos occidentales.
Notas:
1 Forster, Carlos. Historia de Polonia. Imprenta del guardia nacional, Barcelona, 1840.
2 Casanova, Jose. Secularización, laicidad y religión. Ed. Manuel Reus. Universidad de Deusto, Bilbao, 2014.
3 Canela19 Blogspot: Eslovaquia, el pequeño gran país. 08.04.2012
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